Con todo lo que hemos vivido en este 2020 la verdad es que ya nada podría llegar a sorprendernos. Pues no podemos negar que este ha sido uno de los años más extraños por los que hemos atravesado en toda nuestra existencia.
Y si para cerrar con broche de oro el 2020 nos llega un apocalipsis zombie, debemos estar preparados por si nos llega a suceder. Además, ya hemos visto demasiadas películas donde la humanidad es atacada por los muertos vivientes. Pero realmente lo único útil que hemos aprendido es a volarles los sesos putrefactos con un disparo en la cabeza.
Pero de lo que no podríamos estar completamente seguros es sobre cuál sería el escondite más indicado para mantenernos a salvo durante un ataque feroz de miles de zombies queriendo comerse cuanto cerebro humano se les cruce en el camino.
Ahora bien, lo que hemos visto en el cine es que tal vez el lugar más idóneo sería un centro comercial o cualquier sitio público que veamos abierto para encerrarnos allí, mientras miles de zombies corren tras nosotros.
Y la verdad es que la idea del centro comercial podríamos pensar que es la más adecuada. Pues viéndolo desde un punto de vista práctico y por comodidad, un lugar tan grande como este y abandonado (pues todas las personas han huido intentando escapar de los zombies sedientos de sangre) estaría totalmente equipado para todas nuestras necesidades, y tendríamos un fácil acceso a cada una de ellas.
Desde productos de limpieza, pasando por toda la comida que te puedas imaginar. No suena para nada mal, ¿No les parece? Pues la verdad es que si estamos en medio de un apocalipsis, que mejor que pasarla bien y disfrutando a lo grande de las que podrían ser nuestras últimas horas de vida, ¿No lo creen?
Sin embargo, si lo primero que se cruzó por tu mente fue la idea prematura del centro comercial, permítenos comentarte que, según los expertos en este tema, ya puedes ir dándote por muerto, siendo devorado por una horda de zombies hambrientos.
Y es que este estudio está bastante comprobado, pues en el 2015 un grupo de profesionales estadísticos de la Universidad de Cornell en los Estados Unidos, dedicó parte de sus esfuerzos a estudiar la propagación de enfermedades reales. Por lo que decidieron crear su propio apocalipsis zombie, a través de un modelo ficticio en el país, que fuese igual a un ataque de los muertos vivientes diseminándose rápidamente por calles y avenidas.
Fue allí donde los expertos pudieron determinar que los lugares públicos y comúnmente transitados son los peores sitios para ocultarse durante un ataque de este tipo.
Y muy por el contrario, lo más ideal en estos casos es buscar los sitios más recónditos y escasamente poblados, donde pocas personas acostumbran a estar. Como por ejemplo lugares alejados de la ciudad, montañas rocosas o bosques, siendo Montana o Canadá dos sitios perfectos para ocultarse con éxito de este posible ataque.
Asimismo, con este modelo de propagación ficticia se llegó a determinar que, indudablemente las ciudades más grandes y concurridas serían las primeras que desaparecerían. Nueva York caería en menos de un mes. Pues la invasión en una metrópolis como esa sería inminente.
Sin embargo, cuando se trataba de las áreas rurales y alejadas del ambiente citadino, se pudo demostrar que pasarían varias semanas para ser invadidas. Y en el caso de las zonas montañosas, tendrían que pasar unos cuantos meses para que los muertos vivientes lograran alcanzarlas.
Como resultado de su estudio, Alex Alemi quien fue el principal autor de todo esto, quiso comentar lo siguiente: “dada la dinámica de la enfermedad, una vez que los zombis invaden áreas más escasamente pobladas, todo el brote se ralentiza: hay menos humanos para morder, por lo que se comienza a crear zombis a un ritmo más lento”.
Por supuesto, existen factores claves que podrían determinar un ataque zombie. Pues si algo hay de cierto en las películas sobre este tema, es que no todos ellos surgen de la misma manera.
Esto quiere decir que una propagación zombie dependería del grado de infección de los afectados, si sus capacidades físicas se ven reducidas y si pueden correr grandes distancias. Es decir, un apocalipsis zombie dependería del tipo de zombie que ataque tu ciudad.
Pues la visión de este proyecto nos da una descripción a grandes rasgos, generalizando un poco a través de un modelo epidemiológico moderno, basado en ecuaciones diferenciales donde el estudio estaría determinado a un grupo poblacional que estuviese conectado en su totalidad. Además, la escala del brote también se encuentra basada en una propagación en Estados Unidos.
En este estudio específicamente se utilizó un número poblacional de 300 millones de ciudadanos. Y dentro de ese número se encuentran uno de los cuatro estados de los humanos estudiados, es decir, persona normal, persona infectada, zombie y zombie exterminado.
Además de eso, el proyecto también les permitió estudiar el comportamiento humano durante la propagación y su interacción aleatoria ante esta situación. Es decir, humanos siendo mordidos por zombies, y humanos aniquilando zombies. Todos estos factores pueden tanto acelerar como retrasar el tiempo de la propagación.
Luego de investigar sobre todo lo anterior, los expertos lograron llegar a una conclusión acertada sobre cuál sería el lugar perfecto para usar como escondite durante este tipo de ataques.
Pero la mala noticia fue que un sitio como Estados Unidos tendría un muy mal pronóstico de vida durante una infestación zombie. Pues la perspectiva de los investigadores en relación a esto quedó completamente determinada cuando concluyeron su estudio utilizando la siguiente oración: “Nosotros descubrimos que para los parámetros ‘realistas’, estamos en gran parte condenados”.
Y la verdad es que todo esto nos deja mucho en qué pensar. Pero realmente nos aclara las ideas, pues al menos ya sabemos qué lugares no debemos buscar, en caso de que el 2020 culmine con un ataque mundial de muertos vivientes corriendo por todas las ciudades.