La «Mujer Gato» jura que no se ha hecho cirugías, pero la verdad se ve en su rostro

¡Atención, atención! ¡Hoy hablaremos de la famosa Jocelyn Wildenstein, también conocida como “La mujer gato”! No, no, no se emocionen, no les voy a contar la historia de un nuevo personaje del universo Marvel, sino la de una mujer que afirma nunca haberse sometido a cirugías estéticas, mientras todos alrededor suyo aseguran lo contrario.

Jocelyn es una socialité suiza de 82 años que se ha sometido a un sinfín de cirugías plásticas para mantener su apariencia. De hecho, sus ojos rasgados y mejillas prominentes le dan un aspecto felino que ha sido la razón por la que le han dado el sobrenombre de «Mujer Gato». Pero, ¿adivinen qué? Según ella, nunca se ha hecho cirugías. Sí, leyeron bien, ¡nunca se ha hecho cirugías! Al parecer, las fotos que se ven en los medios son viles photoshops. ¿Será que la Mujer Gato es una víctima de la tecnología?

Por supuesto, nadie se ha tragado su cuento de que nunca se ha operado, especialmente después de que se supo que se realizó su primera cirugía en 1979, al mismo tiempo que su esposo. Ambos se hicieron un estiramiento de ojos, pero según Jocelyn, eso no cuenta como cirugía. De hecho, en una entrevista del 2018, ella aseguró que en fotografías de su juventud se puede notar que su actual apariencia es la misma, excepto por la edad. Claro, la edad es lo único que ha cambiado, ¡no las 30 cirugías que se ha hecho en los últimos años!

A pesar de que su ya fallecido esposo y amigos cercanos han hablado en el pasado sobre su afición por las cirugías, la Mujer Gato insiste en que nunca se ha sometido a ninguna. ¿Será que es una especie de súperhéroe que puede cambiar su apariencia a voluntad? Quizás deberíamos llamar a Marvel para que la incluyan en su próximo cómic.

Y aunque la jueza encargada del caso de su divorcio con el magnate de bienes raíces, Alec Wildenstein, le ordenó no usar el dinero de la pensión alimenticia para más cirugías, la Mujer Gato no parece haberse detenido en su afición por el bisturí. Quizás ahora, la próxima vez que vayamos al zoológico, podríamos verla junto a los demás felinos. Después de todo, ¿quién necesita cirugías cuando puedes simplemente convertirte en un animal?

Es evidente que ha pasado mucho tiempo bajo el bisturí. ¿Será que su obsesión por las cirugías ha sido una forma de luchar contra el paso del tiempo? ¿O simplemente es una excusa para parecerse más a un gato? No lo sabemos con certeza, pero lo que sí sabemos es que la Mujer Gato siempre será recordada por su apariencia única.

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